Como os conté hace unas semanas en el post Planes divertidos para un otoño happy tenía muchas ganas de conocer La Conservera (c/Literato Azorín, 18) en el barrio de Ruzafa. Así que dicho y hecho. Solo puedo deciros que nos encantó: la comida, a base de conservas portuguesas de pescado, estaba riquísima y el lugar, un encanto.
Cuando llegas a La Conservera, ubicada en lo que era una antigua pescadería, su espacio enseguida te atrapa. Te encuentras con materiales y objetos, como el mármol donde se colocaba el pescado fresco, el pavimento o el cartel luminoso de Pescaderia Pepe que te recuerdan lo que algún día fue este lugar.
Detrás del mostrador, en una amplia estantería de hierro, se exponen todas las conservas que tienen un diseño tan bonito que te puedes quedar un rato mirándolas y ni te das cuenta. En definitiva, un espacio con mucha personalidad pero a la vez cálido y acogedor.
Tomamos asiento y la camarera, muy simpática, nos asesoró, ya que nosotros en cuanto a conservas portuguesas andábamos un poco perdidos. Probamos el atún con algas, la trucha ahumada y un pate buenísimo, todo esto acompañado de un vino verde portugués delicioso.
De postre nos trajeron las sardinhas de chocolate echas por Utopick Cacao, de cuatro sabores diferentes. Casi nada. Muy buena cena y todo a muy buen precio
Detrás del mostrador, en una amplia estantería de hierro, se exponen todas las conservas que tienen un diseño tan bonito que te puedes quedar un rato mirándolas y ni te das cuenta. En definitiva, un espacio con mucha personalidad pero a la vez cálido y acogedor.
De postre nos trajeron las sardinhas de chocolate echas por Utopick Cacao, de cuatro sabores diferentes. Casi nada. Muy buena cena y todo a muy buen precio
No hay comentarios
Publicar un comentario